Tu bullet puede ayudarte a reducir el estrés.
Hoy en día vivimos con la cabeza en mil cosas a la vez. El navegador siempre tiene 50 pestañas abiertas, y la cabeza también. Te suena?
Por algún motivo, estar «a mil» esta bien visto. No tener tiempo, vivir ocupados, correr para todas partes y dormir poco son buenos signos. Y al mismo tiempo, sabemos que está mal.
Sí, necesitamos frenar. Es algo que nos pasa a todos. Frenar y contemplar. Bajar un cambio, hacer una cosa a la vez. Ejercitar lo que llamamos «mindfulness»
La traducción de la palabra “mindful” seria “ser consciente de”. Cuando hablamos de mindfulness nos referimos a un estado de conciencia particular, más presente y menos «multitasker». Pero también más paciente, con menos ansiedad, aceptando cada paso, cada estado de ánimo, y concentrándonos en el aquí y ahora. Parece imposible, no?
Seguramente podamos acordar que la tecnología, la velocidad a la que ocurre todo hoy en día, es la principal causante de nuestro constante acelere. Todo es instantáneo, cada vez más rápido, más fácil. Sabemos todo de todo el mundo, el conocimiento esta al alcance de la mano. Y todo esto puede ser por demás abrumador.
El bullet journal viene a proponer que pongamos un freno, y volvamos a una velocidad anterior, más lenta, más consciente. El cuaderno nos obliga a escribir más despacio, a involucrarnos más. Hay algo efímero en lo digital que no se traduce al papel y eso es justamente lo que queremos.
Llevar una bitácora de este tipo nos ayuda a detenernos y tomar conciencia. Pasar las cosas al papel, o graficarlas en el caso de sleep logs (registros de sueño) y habit trackers (registro de hábitos) hace más visibles los problemas como dormir poco o ser inconstantes. Dejar algo por escrito lo vuelve más real, más concreto.
El «BuJo» se convierte entonces en una herramienta muy poderosa y personal, íntima, en la que podemos volcar ideas, miedos, sueños, logros, fracasos. Puede ayudarnos a fijar objetivos y registrar cuan cerca estamos de cumplirlos. Con un simple código de símbolos que muestran el estado de una tarea, visualizamos cuán realistas o no estamos siendo con la forma en la que planificamos y organizamos nuestro tiempo.
Pero no todo son trackers y códigos. El «gratitude log» (registro de gratitud) es una de las tipologías más populares, y consiste en dedicar una página entera a escribir las cosas por las que estamos agradecidos. Tomar conciencia de lo más pequeño, eso que solemos dar por sentado, para poner perspectiva. Mindfulness.
También podemos armar páginas de consulta, que nos ayuden a recordar las actividades que alimentan cuerpo, mente y alma, por ejemplo, para recurrir a ellas cuando nos haga falta.
A veces sólo necesitamos un poco de motivación, y para eso puede ser muy útil tener a mano frases que nos inspiren. El diseño puede ser más o menos elaborado; lo importante es que sirva de motivación!
A primera vista, el método de bullet journal puede resultar abrumador. Es un mundo de nuevos términos, tipologías, códigos. Lo importante es saber que no hay una sola forma de abordarlo. No todas las páginas tienen que ser hermosas y muy complejas. Tu bullet journal es tuyo y de nadie tiene por qué verlo. Porque para que realmente funcione, hay que animarse a escribir con sinceridad.